Caerle bien al señor Tatami (parte uno)

Lo primero que se aprende en Judo (aparte de cómo atarse el cinturón) es a caer. A caer bien. Todo el mundo sabe caerse, vaya, pero la gracia está en hacerlo sin cascarse algún hueso.
Sí, de acuerdo, se entrena sobre un tatami y no sobre el suelo, pero a los iluminados que se piensen que eso no hace daño, les invito a que lo prueben a ver si después siguen pensando igual.



¿Por qué es importante caer bien? Básicamente, por motivos de entrenamiento: las técnicas se practican siempre por parejas, y quien ejecuta la técnica (tori) después se turna con el que está cayéndose (uke). De modo que cuanto antes se sepa caer, antes se podrá aprender a realizar movimientos.


Ahora, ¿cómo caer? De momento, a mí me han enseñado la caída hacia atrás (ushiro-ukemi) y la caída lateral (yoko-ukemi) con sus dos variantes: izquierda y derecha.

Ushiro-ukemi

Desde la posición de pie, se extienden los dos brazos al frente y a continuación, acuclillarse y caer hacia atrás manteniendo alta la cabeza (con el mentón recogido). Es importante extender las dos piernas hacia arriba y caer golpeando simultáneamente con las dos manos.

Yoko-ukemi

Desde la posición de pie, acuclillarse sobre la pierna derecha y extender al frente la pierna y el brazo izquierdos. Deslizar el pie izquierdo hacia delante y caer de lado sobre la nalga izquierda. Balancear las dos piernas elevándolas y golpear el tatami con la palma de la mano izquierda.
Esta caída se puede hacer por el lado opuesto.


Es muy importante caer bien, porque es imprescindible para el desarrollo de este arte marcial dominar los distintos tipos de caída. También es importante darse cuenta de, que si la caída hace daño es porque seguramente se está haciendo mal (lo que debería ser corregido inmediatamente por el profesor).
Existen más tipos de caída, pero de momento no estoy a ese nivel. Cuando me las enseñen, colgaré la segunda parte. Hasta entonces, espero seguir cayéndole bien al señor Tatami.